Horacio Quiroga
(1878-1937)
“Una vida entre la selva y los cuentos”
El último día de 1878 en Salto, Uruguay, nació Horacio Silvestre Quiroga, cuarto hijo de Prudencio Quiroga y Juana Corteza. Su papá era vicecónsul argentino y su mamá era uruguaya y le decían familiarmente Pastora.
Comparado a otros grandes cercanos al
horror como Edgar Allan Poe, Quiroga comenzó su carrera
literaria ligada a la poesía tanteando los estilos de la época, como eran el
simbolismo o modernismo.
De chico, Horacio tenía muchos pasatiempos, como el ciclismo, la química y la fotografía. Y a todos les dedicaba mucho tiempo. Fundó la primera asociación de ciclismo de Salto y consiguió el dinero para construir el primer velódromo del lugar. En cuanto a su pasión por la química, cuentan que Horacio solía despertar a su familia ¡con terribles explosiones e incendios! Y sería gracias a la fotografía que conocería la selva misionera. Horacio empieza a escribir y a los 19 años ya publica algunas colaboraciones en diarios y revistas.
¡En la selva!
Horacio
vivió mucho tiempo en la selva misionera, ¡y cuentan por ahí que hasta
domesticó a un oso hormiguero! De tanto observar y admirar a los animales del
monte, empezó a imaginarse pequeñas historias protagonizadas por ellos, y así
fue que escribió los “Cuentos de la Selva”, que son 8 historias de lo más
llamativas:
“El loro pelado”, que toma té con leche y se pelea con un gran tigre.
“La gama ciega”, una pequeña cría de venado que debe pedir ayuda… ¡a un cazador!
“La guerra de los yacarés”, que piden ayuda al surubí para que los barcos no pasen por su río.
“Historia de dos cachorros de coatí y dos cachorros de hombre”, amigos muy diferentes.
“El paso del Yabebirí”, con el esfuerzo de las rayas por defender a un hombre de los tigres.
En todos los cuentos, animales humanizados se mezclan entre aventuras, alegrías y tristezas, y casi siempre involucrados con personas. Con gran respeto por la naturaleza y por todos los seres vivos, y con variados ejemplos de solidaridad, Quiroga dejó un gran legado para los chicos.
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